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Obsolescencia

22.09.2011 12:39

Por Sarahi Fuster

 

“No llevo ni un año con mi celular y ya no le sirven las bocinas” decía mi hermano tras 8 meses de haber comprado un celular inteligente de la marca Sony. ¿Cuántos de nosotros no nos hemos  cuestionado el por qué los productos que compramos cada vez duran menos?

 

La obsolescencia programada

 

La idea de la obsolescencia programada surgió después de la caída de la bolsa de valores de Nueva York en 1930. Un promotor inmobiliario, Bernard London, fue quien propuso reactivar la economía con una obsolescencia legal y obligatoria. Esta técnica, decía uno de los precursores de la obsolescencia, Clifford Brooks, representa “la palanca que ha activado la compra y el crédito” hasta nuestros días, además de que es el modelo económico que reina prácticamente en  el mundo y su fin es generar consumismo. La obsolescencia programada es la tendencia a crear productos con una vida útil limitada. Muchas veces los productos que compramos, una vez que se dañan, ni siquiera pensamos en llevarlos a componer porque nos sale más barato comprar uno nuevo, o porque resulta que no hay refacciones disponibles para componerlos.

 

Uno de los casos muy sonados dentro de la obsolescencia fue el de las medias de nailon fabricadas por la empresa Du Pont. En los años 30, esta empresa fabricaba medias de nailon resistentes a todo, la fibra de nailon que habían fabricado era la más resistente de todas, pero en cuanto surgió la obsolescencia, Du Pont tuvo que pedir a sus científicos que fabricaran una fibra que durara menos.

 

Otro caso importante y que pegó mucho a la empresa Apple fue el de los Ipods que fabricó durante un tiempo, con una batería de duración limitada a un año. Los consumidores de dichos Ipods, luego de que la batería les dejaba de funcionar, debían comprar otro Ipod porque esas baterías no estaban disponibles comercialmente, hasta que se hizo una demanda colectiva contra Apple.

 

Los pros y los contras de la obsolescencia programada

 

Es cierto que la técnica de la obsolescencia programada tiene ventajas dentro de la sociedad, como generar fuentes de trabajo, activar la economía y generar un crecimiento ilimitado de casi todo. Por infortunio, dicha técnica tiene su límite, pues para fabricar los productos, las empresas se valen de muchos recursos naturales y por supuesto, el “comprar, tirar, comprar, tirar” crea un fuerte impacto ambiental. La mayor parte de los desechos de computadoras y otros aparatos electrónicos de varias empresas importantes como Apple van a parar a África. Los envían para allá con la justificación de que aún son útiles, cuando en realidad ya son basura.

 

 La naturaleza tiene sus límites, todos esos desechos de sustancias químicas y aparatos electrónicos no son degradables por lo que pronto habrá carencia de lugares para desecharlos. Al mismo tiempo, dentro de poco habrá carencia de recursos naturales, como el petróleo, para seguir fabricando los productos.

 

Movimiento contra la obsolescencia programada

 

En la actualidad existe un movimiento llamado “Decrecimiento” que se opone al despilfarro del consumismo. Este movimiento es encabezado por empresas importantes como Phillips que defienden la idea de una economía basada en la duración, nuevos tipos de trabajos y producción.

 

También ya hay mucha gente que se está dando a la tarea de arreglar por sí mismos sus aparatos para evitar este consumismo cada vez más aterrador. Si no hacemos conciencia, nosotros mismos somos los que tendremos que enfrentar las consecuencias.

Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN

15.09.2011 11:50

Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN

Por Sarahi Fuster

Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN, mi corazón…cuando me miras así no deja de hacer Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN, cada vez más fuerte. Apuesto a que tú lo escuchas también, aun cuando estamos separados por la distancia y por las horas.

Por las mañanas escucho tu voz en mi pensamiento, que me dice cuánto me quieres y entonces yo lo repito mil veces más en mi pensamiento “yo más, yo más…”. Y de nuevo ese Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN que me recuera tu sonrisa. Aunque durante el día me sienta sola, sumergida en un mar de caras, al final del día tú apareces, acaricias mi rostro, me das un beso en los labios y es entonces cuando me salvas de ese mar de caras.

Quédate a mi lado, porque yo también lo estaré, no sólo yo quiero ser la que sienta ese Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN del corazón, quiero que lo sientas tú también. Yo también quiero salvarte de ese mar de caras…

Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN, de nuevo mi corazón, estás cerca…muy cerca…tus besos, tu respiración…tus ojos, tu mirada…quédate a mi lado…

Las palabras, el habla, medios que me sirven para decirte lo que siento; sin embargo, si miras más allá de mis ojos y de mi lenguaje corporal sabrás lo que en verdad siento. Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN, mi corazón…quédate a mi lado…contigo soy feliz. Mira bien, observa bien, mis ojos te lo dirán…te quiero…Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN…te quiero…acércate a mi corazón…¿lo escuchas? Tun-tun, tun-tun, TUN-TUN…te quiero…

*Dedicado al hombre que hace que todos los días lata mi corazón más fuerte, mi novio…

La paz

13.09.2011 13:22

Por Sarahi Fuster

    Después de que leí la propuesta de Sax en el foro sobre el tema de la paz espiritual y cómo repercute en la sociedad, primero reflexioné sobre lo que yo hago para contribuir a que el mundo viva en paz. Así que cerré los ojos y me imaginé tomando una pócima mágica para disminuir mi tamaño real, me fui haciendo chiquita hasta que llegué a ser del tamaño de una micropartícula. Viajé por mis propias venas junto con los glóbulos rojos, blancos y otros compuestos químicos que la sangre lleva por todo el cuerpo, hasta llegar al cerebro. Cuando llegué a mi cerebro me topé con la difícil tarea de sortear mis recuerdos y también mis pensamientos. Me detuve justo en el momento en que cruzaba un pensamiento que me daría el camino al significado de la paz espiritual: el odio.  

    No me basaré en libros, ni en documentos, ni en la mismísima ciencia para describir el significado del odio, sólo me basaré en mi experiencia como ser humano. ¿Cuál es mi detonante para que surja el odio en mí? Vuelvo a mi viaje por mi interior, busco un momento preciso que me diga cuándo exactamente sentí odio. ¡Lo tengo! Hace un par de años, fui a un centro comercial, entré al estacionamiento, estuve buscando lugar, pero no había por ningún lado hasta que por fin vi que un coche se iba a salir. Puse mis intermitentes para avisar que ahí me estacionaría y me hice a un lado para dejar pasar a los coches. Cuando menos lo pensé ya se había estacionado otro coche en ese lugar. Me bajé de mi coche para explicarle al conductor del malentendido, el conductor me miró de arriba abajo y cerró su ventana sin decir ni una palabra. En ese momento fue tanta la furia y el odio que sentí dentro de mi corazón que golpeé su coche y le desee el mal. Por supuesto que después me vinieron los sentimientos de culpa por haberlo hecho. Ahora me pregunto yo ¿es necesario reaccionar así por un acto de otra persona?, ¿es necesario sentir tal furia por algo así?

    La experiencia que conté arriba es sólo un muy pequeño ejemplo al lado de otros ejemplos de magnitudes exorbitantes como las guerras entre países. Hay países que entran en guerra para conseguir petróleo (caso claro entre Estados Unidos y Afganistán), otros que sólo entran en guerra por errores de índole protocolaria, otros tantos por la religión, etc., etc., etc. Pero, volviendo a mi experiencia, es un hecho que es inevitable detener actos de falta de sentido común como el del hombre que iba conduciendo ese coche, pero si queremos mantener en paz nuestro corazón también es necesario no enredarse en la guerra interior de los demás. No me atrevo a decir que lo que hizo el hombre haya sido malo, porque la diferencia entre el bien y el mal en cada persona es muy subjetiva, por lo tanto está en nosotros saber sobrellevar las distintas situaciones de la vida.

    ¿Qué es la paz? En mi opinión, la paz es el control del odio hacia los demás, es el perdón hacia los demás y hacia uno mismo, es el amor entre unos y otros y hacia nosotros mismos. En la medida que nosotros amemos y perdonemos los actos de los demás, estando conscientes de que los actos de los seres humanos siempre van a tener un margen de error, vamos a mantener la paz en nosotros mimos y con los demás. Las palabras de Dios siempre están llenas de amor y de un llamado a que amemos, a que seamos semejanza de Él. La paz espiritual siempre se consigue con amor y se consigue eligiendo darle la espalda al odio.

    Algo que me entristece mucho es que las personas se amen tanto a sí mismas que no tengan lugar en su corazón para pensar en los demás, lo cual constituye un problema actual que ha desatado muchos problemas a nivel mundial. De nuevo el ego tomando su papel principal en la humanidad como si fuera el dios del universo. ¿Cuándo dejaremos de pensar sólo en nosotros mismos y en el dinero?, ¿cuándo seremos capaces de darnos la mano por amor, sin sacar provecho de uno ni de otro?, ¿hasta cuándo haremos consciencia del daño que nos hacemos entre nosotros?, ¿hasta cuándo elegiremos LA VIDA?, ¿hasta cuándo miraremos a nuestro prójimo por lo que es y no por lo que tiene o por su apariencia?, ¿hasta cuándo abriremos los ojos realmente?, ¿HASTA CUÁNDO?...¿HASTA CUÁNDO?

El primer segundo de vida

26.08.2011 13:10

Por Sarahi Fuster

     El primer segundo que pasa después de despertar es un tiempo de calma, aún no sabes si aún sigues inmerso en el sueño o si el día está por comenzar. El corazón se empieza a acelerar, los ojos se entreabren y perciben el primer rayito de luz. El cuerpo toma consciencia de las sábanas que lo cubren y la respiración se vuelve más continua. Mueves la cabeza boca arriba, como para asegurarte de que realmente estás despierto y sigues en el mundo. La realidad cobra vida, la cara relajada comienza a tomar forma de los problemas que dejaste el día anterior. Milimétricas gotitas de sudor aparecen en la piel para advertirte de lo tarde que ya es y de los pendientes que tienes por hacer. Aquel sueño de anoche se borra de la mente, aquel sueño que pudo haber sido hermoso e inolvidable simplemente se va de la realidad. Al incorporarte sobre la cama, piensas unos segundos en si deberías poner los pies en el suelo o recostarte de nuevo para no saber más sobre el futuro, pues sabes que lo incierto te da miedo. Decides poner los pies en el suelo y levantarte, el mundo da vueltas y tus ojos aún no se abren por completo. Te detienes de los muebles para impulsarte hacia el baño. Sabes que debes ver tu cara frente al espejo, tal vez lo haces para darte cuenta de que un día que pasa es una arruga más, una imperfección más o una cana más. Prendes la luz del baño y dudas en acercarte al espejo, puede que tu rostro esté peor de lo que imaginas, a veces yo misma me salto ese paso y me desnudo para bañarme y para ver solamente mi cuerpo, el cual seguramente me dará pistas de cómo está mi cara. Las primeras gotas que caen sobre tu cuerpo desnudo provocan la aceleración de la circulación por lo que se oxigena y abres más los ojos de manera automática e instantánea, a veces la respiración se entrecorta. Mientras te bañas no te das cuenta de los pasos que sigues para limpiar tu cuerpo, tienes tantos problemas por resolver que todos te atacan a la mente, como si fueras un burócrata tratando de resolver los asuntos de millones de personas. Cuando sales del baño, por fin organizas la maraña de pensamientos que te atacaron durante el baño, a veces te quedas enrollado en la toalla, cansado de no poder resolver nada en el momento.

     La primera decisión entra en juego: ¿qué te pondrás de vestir? Algunas veces la ropa que escoges habla mucho del humor en que estarás durante el día o del humor con el que te despertaste. Si escoges blanco, si escoges negro, si escoges pantalón, si escoges vestido, si escoges falda, no importa qué, pero debes escoger algo. La ropa pegada al cuerpo aún húmedo es la experiencia más rica del momento, es como si los ángeles cubrieran tu cuerpo de una armadura que te protegerá durante el día y si hace frío la experiencia es aún más placentera.

     Luego piensas de nuevo en los pendientes, en los enfados del día anterior, en lo que le dirás a tu jefe de pretexto, en lo que comerás, en el tráfico, en la lluvia, en lo que pasará, en lo que pasará, en lo que pasará…Ya que llenaste tu maleta mental y tus cosas ya están preparadas, te acercas a la puerta principal, a esa puerta que se abrirá sólo para aventarte al ruedo de la vida diaria. Antes de abrir la puerta, revisas que todo lo que necesitas para la batalla esté contigo…giras la perilla…abres la puerta…miras alrededor…observas a las personas, a los coches, a la naturaleza, a la contaminación, al ruido, a la luz, a la vida, al miedo, al mal, al bien, a la incertidumbre…a la realidad…

El aborto

19.08.2011 16:26

Por Sarahi Fuster

   Hace unos minutos leí en una nota periodística que se practican 50 millones de abortos al año en todo el mundo, la cifra más alta que se ha dado a lo largo de varias épocas. Es impactante la cifra a la que ha llegado esta práctica que es defendida por gran parte de la sociedad, principalmente por mujeres.

   Me puse a buscar en google posturas en pro del aborto y es escalofriante encontrar que existan millones de mujeres con esta postura. La mayoría de estas mujeres defienden su ideal afirmando que “no se deberían traer niños a un mundo lleno de miseria y de problemas sociales”, otras más se escudan diciendo que “la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo”.

   Cuando apenas era adolescente, yo era de esas mujeres en pro del aborto y defendía mi postura a capa y espada hasta que vi un video que mostraba imágenes de cómo se practicaban los abortos cuando el feto era apenas de tres meses. Después decidí estar a favor de los abortos en casos de violación y cuando el feto no pasaba de las dos semanas de gestación, argumentando que en una violación la mujer no tenía la culpa y que un feto de dos semanas no sentía.

   Hace apenas unos años, a través de la página de internet catholic.net me enteré de que existe una asociación que se llama Provida, que ayuda a las mujeres que fueron víctimas de violaciones, mujeres que quedaron embarazadas por descuido y mujeres que temen enfrentar un embarazo solas. Provida las ayuda a elegir la vida del feto haya sucedido lo que haya sucedido, mediante testimonios de mujeres que han pasado por situaciones parecidas y que han elegido no abortar y enfrentar la gran responsabilidad de criar un hijo. Un testimonio que me impactó y que me hizo cambiar totalmente mi posición en contra lo contaré a continuación con breves palabras:

   Una mujer comienza contando su vida y qué tan bien le ha ido en todo lo que ha hecho, ahora tiene un esposo, hijos y está realizada profesionalmente. Después de que da esa introducción sobre su vida, comienza a llorar y agradece a su madre por haber decidido tenerla, pues ella fue producto de una violación.

   Cuando terminé de leerlo no podía dejar de pensar en ¿qué haría yo si esa hubiera sido mi historia? Sería feliz de saber que mi madre eligió mi vida. Entre otras historias que me contaba una de las hermanas de la asociación, hubo otra que me impactó muchísimo, sobre una mujer que había sido violada y que no tenía ningún recurso económico, pero que se dio el valor de tenerlo y que ahora ama y adora a su hijo, quien la ha hecho superarse en la vida.

Anticoncepción y preservativos

   En la actualidad, los métodos anticonceptivos y los preservativos se utilizan como un medio para evitar el aborto y las enfermedades de transmisión sexual. En los medios masivos de comunicación se hacen grandes campañas sobre el uso de estos métodos, lo cual, por una parte es bueno porque al final logran evitar abortos y las ETS; sin embargo la manera en que difunden el uso del condón en los comerciales sólo es una forma más para incitar a las personas a que tengan relaciones sexuales irregulares. Lo curioso es que por lo general usan la imagen de jóvenes adolescentes de 15 años. Asimismo, cuando se hace la marcha gay en la ciudad de México, las empresas que fabrican condones aprovechan para distribuirlos gratuitamente, como si dieran a entender que ser homosexual y tener sexo seguro fuera bueno y normal. Los anticonceptivos por otro lado se venden a las mujeres con la premisa de que son buenos para controlar los periodos menstruales, para mejorar la apariencia de la piel y evitar la proliferación anormal de las células en la matriz o en el cuello uterino; sin embargo, el Journal of American Medical Association ha probado que los anticonceptivos pueden provocar tromboembolismo (obstrucción de las arterias por un trombo) y cáncer cérvico-uterino, de hecho, en el instructivo que acompaña a las píldoras se advierten estos efectos secundarios. Además, los anticonceptivos pueden provocar infertilidad durante un tiempo, hasta que la mujer se desintoxica de ellos.

   Por lo tanto, deberíamos preguntarnos más bien si estos métodos realmente nos ayudan o sólo nos inducen a hacer cosas que van fuera de lo natural y que atentan contra nuestra salud. La anticoncepción no es un método del que las mujeres debamos sentirnos orgullosas, al contrario, este método atenta contra nuestra salud de manera irreverente.

   Una propuesta sería que mejor se hicieran campañas de abstinencia y que se explicara su importancia para la salud física y espiritual del individuo. Se evitarían muchas enfermedades y sobre todo los abortos.

La mujer, su ego y el aborto

   Tal vez para mí sea fácil hablar sobre este tema y tener una posición contra el aborto porque jamás he estado en una situación así. No intento juzgar a las mujeres que han pasado por un aborto, lo que intento es prevenir a tiempo a las mujeres para que no pasen por una situación así. Como mujeres siempre tratamos de defender nuestra integridad y nuestros derechos, pero pienso que la práctica del aborto no es ningún derecho, ni siquiera llega a ser un cuidado a nuestra integridad física y mental. Se supone que como seres humanos debemos preservar la vida, no acabar con ella. Hay mujeres que abortan sólo porque quieren cuidar su apariencia física…¡es muy triste!

   Exhorto a las mujeres a que reflexionen sobre este tema, a que reflexionen sobre los supuestos derechos de los que gozamos, a que reflexionen sobre sus errores cuando sólo quieren abortar por haber tenido una aventurilla con alguien. En el caso de las que se embarazan por violación, yo sé que debe ser muy duro lidiar con una situación así, pero un bebé no tiene la culpa de lo que hacemos los seres humanos. Pienso que una mujer sabia no es la que lucha por sus derechos y su igualdad ante el hombre, sino la que sabe enfrentarse ante situaciones como las que he mencionado, la que tiene el valor de decir “me voy a hacer responsable de esta nueva vida”, no es algo imposible, porque yo conocí muchos casos de mujeres en situaciones muy difíciles y que a pesar de todo lograron sacar adelante a sus hijos. Hay que hacer conciencia de la abstinencia, a veces como mujeres le echamos la culpa al hombre de “las metidas de pata”, pero nosotras somos las que lo permitimos, hay un dicho muy famoso que dice “el hombre llega hasta donde la mujer quiere”. De verdad las invito a que reflexionen sobre el tema y que investiguen. El aborto no es algo normal aunque la sociedad lo haga ver así. Todos tenemos derecho a la vida.

 

 

Busco respuestas

18.08.2011 15:23

Por Sarahi Fuster

Por las mañanas me preguntaba de dónde salía el sol y por las noches me preguntaba por dónde se escondía.

Cuando era primavera me preguntaba porqué hacía calor y porqué todo se veía de colores.

En época de verano me preguntaba de dónde salía tanta lluvia y a dónde se iba.

Cuando llegaba el invierno me preguntaba porqué mis brazos se congelaban.

Durante clases observaba a mis maestros y me preguntaba de dónde les salía tanto conocimiento y porqué nunca dudaban de lo que sabían.

A veces, cuando me sentía triste, me preguntaba de dónde surgía ese sentimiento y abría mis ojos con mis manos para averiguar de dónde salían las lágrimas. Por el contrario, cuando sonreía y soltaba carcajadas me preguntaba de dónde salía tanta energía y dicha, y qué lo provocaba. 

También me llegué a preguntar de dónde salía el odio y porqué existía.

La compasión…la compasión...entender qué la causaba era lo mejor, pero entonces surgía otra pregunta ¿qué es el amor?

No podía entender porqué el tiempo terminaba tan rápido cuando la pasabas bien y porqué el tiempo era lento cuando pasaban cosas malas.

Creo que lo peor era preguntarse porqué un día tienes mucha fe y al día siguiente te vuelves pesimista.

Pero lo mejor era preguntarse porqué cuando piensas que las cosas podrían ser peor, el arcoíris sale resplandeciente.

Las preguntas más fuertes de todas siempre fueron, son y serán: ¿qué hago aquí en la tierra?, ¿qué fin tengo?, ¿soy mala o soy buena?, ¿creo o no creo?, ¿qué debo hacer?, ¿por dónde debo seguir?...

Entonces miro al cielo, veo las nubes, el sol y cierro los ojos para escuchar el aire...que cuando roza mi piel me hace creer que existe Dios y que es Él quien tiene las respuestas, sólo hay que escuchar, sentir, ver, oler y saborear…

La paciencia

15.08.2011 16:46

Por Sarahi Fuster

       He estado leyendo varios artículos sobre la paciencia y quise escribir sobre ella porque está muy vinculada con varios temas de los que ya he escrito, como la fe, la sanación, el ego, el amor, el miedo, la fuerza, la castidad.

       La paciencia es una virtud que nos ayuda a soportar algo que padecemos  sin alterarnos, también es la capacidad de esperar algo que deseamos. Esta virtud siempre está de base en todas las demás virtudes que existen y de todo lo que queremos lograr en la vida.

        El tiempo a veces puede parecer un enemigo del ser humano. Por ejemplo, cuando la gente decide poner un negocio, pero después de un tiempo no da frutos, una de las mejores maneras para salir adelante, además de la fe en Dios, es tener paciencia. De hecho, cuando se tiene fe, se tiene paciencia. El ser humano, por naturaleza, siempre va a buscar su comodidad y no digo que esté mal, sino que a veces por empeñarse en tenerla deja a un lado la paciencia y busca soluciones rápidas pero que después le traen muy malos resultados. Un ejemplo muy obvio de esto es la obtención de dinero “fácil”, a diario escuchamos en la noticias sobre asaltos, asesinatos, narcotráfico, guerras, etc.

         Seguramente han escuchado la historia de Bethany Hamilton, una chica que fue mordida por un tiburón mientras surfeaba y que sobrevivió pero que quedó sin un brazo. Luego de tres semanas de salir del hospital, volvió a intentar surfear y aunque al inicio no podía, fue paciente para lograrlo de nuevo. Bethany llegó a cuestionar a Dios en el proceso, pero luego se dio cuenta de que no valía la pena cuestionarse sobre lo sucedido, pues aún estaba viva. A veces, cuando perdemos la paciencia culpamos a Dios de las cosas que nos suceden, pero creo que perdemos más el tiempo quejándonos que actuando a su tiempo.

         Hay quienes optan por suicidarse al no conseguir lo que quieren de la vida, los suicidas sienten que no pueden contra la adversidad y no se dan cuenta de que la vida está llena de adversidades. Un suicida es una persona que tiene impaciencia por vivir. Las cosas malas no siempre se pueden evitar, ni tampoco las cosas buenas siempre se pueden lograr. Hay caminos para todos, pero pensar en el suicidio es la peor “solución” a una adversidad.

        La paciencia es una virtud de una persona que sabe vivir y que sabe disfrutar la vida con todo y sus tribulaciones, es de una persona que sabe escuchar a Dios y esperar a que lo mejor venga. Todo en la vida lleva un proceso, nada se logra en un segundo, y dentro de esos procesos, siempre va a haber errores, son inevitables; las soluciones rápidas no nos van a alejar de los errores, al contrario, la desesperación nos lleva a peores resultados.

         El ser humano es capaz de hacer cosas grandes y fantásticas si tiene paciencia. La paciencia es el resultado del control de nuestras emociones y de tener fe y esperanza.

“El mejor fuego nos es el que enciende rápidamente”

George Eliot

 

El miedo

08.08.2011 16:41

 

Por Sarahi Fuster

     Recuerdo la primera vez que fui a pedir trabajo, cuando salí de la universidad no podía pensar en otra cosa más que en trabajar. Después de pensar en algunos lugares, encontré finalmente el que yo quería: el aeropuerto. Cuando fui a pedir trabajo a las aerolíneas, me sentía contenta y segura de que en alguna me aceptarían; sin embargo, no había pensado en la entrevista. Después de unos días, la aerolínea Air France me habló para la dichosa entrevista. Me puse mis mejores galas y llegué. Cuando estaba esperando afuera de la oficina sentía que el sudor me salía hasta de los lugares más recónditos del cuerpo y fue peor cuando me dijeron que la entrevista sería tanto en inglés como en francés. En realidad tenía miedo de equivocarme, temía que todos mis años de estudio se desvanecieran en ¡minutos! Al entrar a la oficina, había cinco ejecutivos franceses y mexicanos sentados en una mesa circular, al sentarme puse mis manos abiertas en la mesa, no sabía si reír, llorar o salir corriendo. Cuando empezó la entrevista, respiré profundo y comencé a contestar las preguntas, el miedo iba desapareciendo poco a poco y al final hasta terminaron riéndose de algunos chascarrillos que hice. Al finalizar la entrevista, cuando quité las manos del escritorio, las cuales nunca levanté, se quedó la huella del sudor impresa. Por fortuna, después me llamaron para que entrara a trabajar.

    ¿Qué hubiera pasado si hubiera salido corriendo? ¿Qué hubiera pasado si hubiera dejado que mi temor tomara el control? Jamás me habrían contratado y en el peor de los casos jamás siquiera habrían pensado en mí para nada.

    El miedo es un sentimiento normal en el ser humano, gracias a él podemos evitar que nos sucedan accidentes, como no tocar el fuego, no aventarnos por precipicios o lastimarnos a nosotros mismos. Por otro lado, el miedo puede ser un arma letal que mata hasta al más valiente de los valientes, pero ¿de dónde nace el miedo?

    Por lo general, cuando deseamos algo o amamos a alguien siempre surge el miedo, no hay nadie en el mundo que no lo experimente. El miedo viene pegado al deseo y al amor. En mi anécdota de arriba, mi deseo era entrar a trabajar a la aerolínea, por lo tanto, tenía miedo de fracasar en el intento. En el amor, cuando sientes algo por alguien, ya sea familia, amigos o pareja, temes perder a ese alguien.

    Las reacciones que tenemos químicamente en el cuerpo ante el miedo nos dejan prácticamente inmóviles: el corazón palpita con más velocidad, las pupilas se dilatan, y se producen tres hormonas: la adrenalina, la noradrenalina y los corticoides. Los últimos impiden que se conecten las neuronas entre sí (la sinapsis) y, por lo tanto, se daña por completo la creatividad.

Consejos

    La vida está hecha de cambios y de experiencias nuevas porque jamás se detiene, el quedarnos estáticos para que nada pase sólo nos traerá una vida monótona y rutinaria, sería un tanto como estar muertos en vida. Ante los cambios drásticos que nos da la vida, hay que enfrentarse a ellos aún si se tiene miedo. Al hacer algo, seguro se van a cometer errores, pero son esos errores los que nos hacen aprender. Ahorita me viene a la mente algo que me dijo mi amiga Andrea hace poco “si te equivocaste, aprende y arriésgate de nuevo; si te equivocas de nuevo, aprende de nuevo; y si te vuelves a equivocar, ni modo, vuelve a aprender”, así es la vida.

    Hay que saber identificar el origen de nuestro miedo, por lo general lo encontramos en la motivación para hacer algo. Por ejemplo, cuando nos decidimos a bajar de peso, nuestra motivación podría ser que nos quede bien el traje de baño que usaremos para ir a la playa, nuestro miedo entonces será que cuando nos pongamos el traje se salgan lonjitas por lugares indeseados. Otro ejemplo podría ser cuando nos proponemos sacar diez en un examen y nos da miedo reprobar. O como cuando te propones hacer mejor que nunca las cosas en una nueva relación, pero te da temor que suceda lo contrario y pierdas a tu pareja.

    Asimismo debemos enfrentarnos a los miedos “exagerados” y me refiero a los miedos que nosotros, con nuestra cabecita, dramatizamos más. Por ejemplo cuando a los niños se les advierte que si se portan mal el coco se los va a comer, ellos tienden a imaginarse más allá de lo que es real. O con los adultos, cuando se enamoran de alguien y todo va viento en popa, pero muy en sus adentros imaginan cosas catastróficas que podrían pasar en la relación, como que envíen a su pareja a un viaje a Marte (lo cual sería muy poco probable).

    En fin, lo importante es que sepamos que el miedo existe y que jamás lo haremos desaparecer como por arte de magia porque somos humanos y es normal que lo tengamos; no obstante, hay que saber manejarlo de la mejor manera posible para que podamos continuar con la vida sanamente y con muchas ganas.

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (Juan 5:4)

“No es más valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo” (Nelson Mandela)

“En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor” (Juan 4:18)

 

La niña del vestido rojo y Tlaloc

03.08.2011 11:42

 

La niña del vestido rojo y Tlaloc

Por Sarahi Fuster

 

    En el restaurante Tlaloc que está en la calle de Misterios, por la avenida Calzada de Guadalupe, hay un mural en su interior, en el que aparecen dos niños, un maestro, Tlaloc y un indígena. Dicho mural fue pintado por un conocido socialista, que ha hecho varios movimientos socialistas en distintas facultades de la Universidad Autónoma de México, y que se llama Mario Falcón.

    El domingo pasado, íbamos saliendo de un centro comercial conocido de la zona, cuando a mi mamá se le ocurrió detenerse en la calle de Misterios para ver el restaurante. Mi abuelita y yo ya estábamos muy cansadas y mi estómago pedía a gritos comida, pero mi mamá se empeñó en que fuéramos. Luego de que encontró un lugar cercano para estacionar el coche, nos bajamos. Antes de llegar al restaurante, pasamos al lado de una casa que tenía unas flores anaranjadas, hermosas, y como me llamaron la atención, nos detuvimos a verlas…

    El restaurante Tlaloc fue construido hace aproximadamente más de cincuenta años y albergó a parte de la socialité de la época. Cuando era pequeña tuve la oportunidad de entrar al majestuoso lugar, había mesas grandes y nuevas, meseros elegantes por todos lados, comida culinaria mexicana y sobretodo gente adinerada platicando por aquí y por allá. Lo que hacía ese lugar tan especial eran sus murales y la enorme águila pintada en el techo. Por desgracia, el restaurante quebró y quedó como un elefante blanco más de la ciudad.

    Durante varios años tuvimos la tradición de ir a visitar el lugar los fines de semana, pero sólo lográbamos ver su interior y el mural por fuera, desde las ventanas, pues el lugar permanecía cerrado.

    Luego de que dimos vuelta a la casa de las flores, llegamos al restaurante, mi mamá se intentó asomar por las ventanas para ver el mural, pero las cortinas estaban lo suficientemente cerradas como para no ver absolutamente nada del interior. Avanzamos hacia la entrada decepcionadas del intento, pero encontramos la puerta abierta y gente afuera del restaurante. Mi mamá, sin pensarlo, entró al lugar y nos llamó para que entráramos también. Las personas que estaban afuera se nos quedaron viendo, pero a mi abue y a mí no nos importó y entramos también. Ahí estaba, el gran mural de Tlaloc. Al poco tiempo de que entramos, entró un señor, yo volteé y le sonreí apenada por la manera en que habíamos entrado. El señor, con un dejo de interrogación, preguntó -¿están viendo el mural?-, pero como mi mamá y mi abue estaban mirándolo atónitas yo comencé con la explicación:

    -Este lugar es muy especial para nosotras y el mural aún más…mi abuelita estuvo en el momento en que lo pintaron…¿ve a la niña del vestido rojo? Ella era mi tía, al pintor le llamó mucho la atención su belleza y le pidió a mi abue que mi tía posara para la pintura-

    El señor sonrió y nos contó que el niño que también aparece en el mural ha ido a visitar el lugar. El señor con quien estábamos platicando es el hijo del dueño del restaurante y nos comentó que él era muy pequeño cuando el pintor hizo el mural. Luego le preguntó a mi abue sobre lo que había pasado con mi tía, mi abue respondió, -ella estudió la carrera de contabilidad y tenía un despacho muy exitoso, pero desgraciadamente murió hace dos años de cáncer-. El señor, sorprendido de lo que mi abue le dijo, comentó lamentoso, -cuando vino a visitar el lugar el niño, que aparece también en el mural, que ahora ya es todo un señor, me dio gusto verlo y saber su historia. Ahora, también me da gusto saber de la historia de la niña del vestido rojo, lo que me da tristeza es no haberla podido conocer de grande…-.

    Cuando salimos, el señor nos dijo que podíamos volver cuando quisiéramos, que sólo tocáramos la puerta. Nos sentimos muy felices de haber podido ver a mi tía en el mural y de poder recordarla en su mejor época, cuando aún no sabía lo que la vida le deparaba y cuando sus sueños aún estaban por cumplirse.

“Tía, siempre recordaré tus luchas, tus sonrisas y tu corazón para ayudar a la gente, pero sobretodo, siempre recordaré el amor que siempre nos tuviste como hija, como hermana, como madre, como esposa y como mi tía. En mis sueños te veo, en mi corazón te tengo y en mi mente siempre te recuerdo…descansa en paz, ya estás con Dios…” (en honor a Norma Cortés Peralta (1955-2009))

 

 

Hombres vs. mujeres ¿quién ganará?

01.08.2011 15:58

 Por Sarahi Fuster

    Esta vez abordaré un tema que me tomó tiempo estudiar, pues existen muchos autores que hablan de él, pero que tienen opiniones encontradas. Mientras que unos hablan de la mujer como un ser que debe ser perfecto e igual al hombre, con el eslogan de “Mujeres liberadas” (entiéndase mujeres que no dependen de los hombres); otros hablan del hombre como el ser supremo e inteligente “que todo lo puede, todo lo tiene y todo lo hace”. Sin embargo, todos estos autores tiene un principio en común: los hombres y las mujeres sí son diferentes.

    Después de escoger entre varios autores, encontré dos libros que me clarificaron mucho el tema y en los cuales me basaré para escribir el artículo. El primero que citaré se llama Ellos van al Este, ellas van a la derecha, escrito por Sabra Brock, el cual, a groso modo, habla de las diferencias anatómicas entre el hombre y la mujer y cómo esas diferencias anatómicas intervienen en las decisiones que toman ante distintos cambios de la vida. El segundo libro que citaré se llama Lo que todo hombre necesita de una mujer, escrito por Bob Barnes, que habla de tales diferencias desde un enfoque espiritual y de consejo hacia las mujeres.

    En principio es necesario saber que todo ser humano tiene un ADN (ácido desoxirribonucleico), que se encuentra en el núcleo de las células. Este ADN contiene toda la información genética de un ser humano: personalidad, características físicas, sexo, enfermedades, tendencias sexuales, etc. Los ADN están compuestos por cromosomas, el ADN de la mujer contiene dos cromosomas X, mientras que el del hombre contiene un cromosoma X y un cromosoma Y. Estos cromosomas predicen el sexo y las tendencias sexuales del ser humano. Desde ahí ya podemos ver que hay diferencias entre cada uno. Menciono lo del ADN porque quiero hablar sobre una afirmación: “la personalidad de las mujeres y los hombres es dada por la sociedad”. Por un lado, varias características de la personalidad de las mujeres y los hombres sí están dadas por la sociedad y su sistema, por ejemplo, el cabello corto en los hombres y el cabello largo en las mujeres; no obstante, hay rasgos en la personalidad que están dados por el ADN, por ejemplo, el carácter (enojón, tierno, dulce, extrovertido, introvertido, etc.). Por lo tanto, el ADN y la sociedad juegan un papel muy importante en las diferencias entre uno y otro, lo cual descarta por una parte la “igualdad” entre uno y otro.

    Un segundo aspecto que es necesario saber es que, físicamente, el cerebro del hombre es más grande que el de la mujer por proporción en peso, es decir, que como el hombre es más grande en peso, tiene el cerebro más grande. Cuando realizamos alguna actividad, el cerebro realiza diversas funciones tanto en el hombre como en la mujer, entonces cuando la actividad cerebral se recarga más en un hemisferio, la actividad que se realiza va a ser mejor. Pondré varios ejemplos para explicar: al conversar, las mujeres utilizan más el hemisferio derecho, mientras que los hombres utilizan parte de los dos, por lo tanto, las mujeres tienden más a conversar y a reflexionar; al buscar una dirección, los hombres utilizan más el hemisferio izquierdo, mientras que las mujeres utilizan los dos, por lo tanto, los hombres tienen una visión más abstracta de las calles, por eso los hombres van hacia el Este, y las mujeres a la derecha.

    Las diferencias que acabo de citar ya nos pueden dar una idea del porqué los hombres reaccionan de distinta manera hacia varias situaciones. Un hombre, ante cualquier situación tiende más a actuar que a reflexionar; mientras que una mujer, tiende más a reflexionar y a consultar con alguien más la solución a una situación. Es por eso que a veces, las mujeres pensamos que los hombres no sienten nada, su “actuar rápido” no significa que no tengan sentimientos, es sólo una característica de ellos. Por otro lado, el hombre tiende a pensar que las mujeres somos tontas para ubicarnos en la calle, o que somos malas para las matemáticas, o para manejar, pero es porque tenemos otra percepción del espacio.

    Una vez habiendo explicado algunas de las diferencias más importantes entre uno y otro surge la pregunta ¿por qué existen las batallas entre sexos? Muy sencillo, existen porque no entendemos que no somos iguales, pero el hecho de que no seamos iguales, no significa que uno sea mejor que otro. Las ideas de hoy en día o la “distorsión de la realidad” para generar consumismo tanto en un sexo como en otro a generado depresión y contraposición entre sexos. Al creer las mujeres que deben ser completamente independientes y que por el hecho de haber obtenido la igualdad ante el hombre deben hacer lo mismo que él, muchas caen en la depresión al ver sus realidades distorsionadas no cumplidas. De este modo, el hombre ante tal situación de la “grandeza de la mujer” se llega a sentir pasivo, callado e inseguro en su papel como hombre.

    Por lo general, el ámbito en el que se ve más plasmada esta contraposición de sexos es en el amor. Hoy en día, vemos que más parejas se divorcian, a más mujeres solteras con hijos, a más parejas homosexuales, a más parejas infieles, o a más personas que pierden la fe en el amor. Yo no digo que estas condiciones sean malas, sino que muchas veces son dadas por los estereotipos que quiere imponer la sociedad consumista.  Tampoco quiero decir que la mujer se porte sumisa ante el hombre, o que el hombre se convierta en macho, lo que quiero decir es que si el uno al otro se valorara y respetara, podrían llegar siempre a muy buenos acuerdos.

    Lo importante de que yo escriba este artículo es que sepamos valorar a nuestro sexo opuesto y que saquemos el mejor provecho de las diferencias entre uno y otro, pues a final de cuentas Dios nos hizo como complementos. Al investigar sobre el tema yo aprendí a entender el papel que juegan los hombres ante la mujer y también el papel que nosotras jugamos ante ellos. Me hizo reflexionar sobre mi papel como mujer en esta vida, ¿formo parte de las mujeres liberadas o formo parte del plan de Dios?, ustedes, hombres, ¿forman parte de los hombres que lo pueden, lo tienen y lo logran todo o forman parte del plan de Dios?

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29)

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