La paciencia

15.08.2011 16:46

Por Sarahi Fuster

       He estado leyendo varios artículos sobre la paciencia y quise escribir sobre ella porque está muy vinculada con varios temas de los que ya he escrito, como la fe, la sanación, el ego, el amor, el miedo, la fuerza, la castidad.

       La paciencia es una virtud que nos ayuda a soportar algo que padecemos  sin alterarnos, también es la capacidad de esperar algo que deseamos. Esta virtud siempre está de base en todas las demás virtudes que existen y de todo lo que queremos lograr en la vida.

        El tiempo a veces puede parecer un enemigo del ser humano. Por ejemplo, cuando la gente decide poner un negocio, pero después de un tiempo no da frutos, una de las mejores maneras para salir adelante, además de la fe en Dios, es tener paciencia. De hecho, cuando se tiene fe, se tiene paciencia. El ser humano, por naturaleza, siempre va a buscar su comodidad y no digo que esté mal, sino que a veces por empeñarse en tenerla deja a un lado la paciencia y busca soluciones rápidas pero que después le traen muy malos resultados. Un ejemplo muy obvio de esto es la obtención de dinero “fácil”, a diario escuchamos en la noticias sobre asaltos, asesinatos, narcotráfico, guerras, etc.

         Seguramente han escuchado la historia de Bethany Hamilton, una chica que fue mordida por un tiburón mientras surfeaba y que sobrevivió pero que quedó sin un brazo. Luego de tres semanas de salir del hospital, volvió a intentar surfear y aunque al inicio no podía, fue paciente para lograrlo de nuevo. Bethany llegó a cuestionar a Dios en el proceso, pero luego se dio cuenta de que no valía la pena cuestionarse sobre lo sucedido, pues aún estaba viva. A veces, cuando perdemos la paciencia culpamos a Dios de las cosas que nos suceden, pero creo que perdemos más el tiempo quejándonos que actuando a su tiempo.

         Hay quienes optan por suicidarse al no conseguir lo que quieren de la vida, los suicidas sienten que no pueden contra la adversidad y no se dan cuenta de que la vida está llena de adversidades. Un suicida es una persona que tiene impaciencia por vivir. Las cosas malas no siempre se pueden evitar, ni tampoco las cosas buenas siempre se pueden lograr. Hay caminos para todos, pero pensar en el suicidio es la peor “solución” a una adversidad.

        La paciencia es una virtud de una persona que sabe vivir y que sabe disfrutar la vida con todo y sus tribulaciones, es de una persona que sabe escuchar a Dios y esperar a que lo mejor venga. Todo en la vida lleva un proceso, nada se logra en un segundo, y dentro de esos procesos, siempre va a haber errores, son inevitables; las soluciones rápidas no nos van a alejar de los errores, al contrario, la desesperación nos lleva a peores resultados.

         El ser humano es capaz de hacer cosas grandes y fantásticas si tiene paciencia. La paciencia es el resultado del control de nuestras emociones y de tener fe y esperanza.

“El mejor fuego nos es el que enciende rápidamente”

George Eliot