Paradigma (¿o confusión?)
por Sarahi Fuster
Tiene ya unos años que este término ha estado haciendo "paradigmas" en mi cabeza. Su significado es tan confuso que he terminado por rendirme al "paradigma" de su significado. Por las noches medito sobre el mismo y toda vez que lo hago es como un arrullar a mis sentidos porque, en definitiva, no sé cómo emplearlo. Cuando veo la tele, los comentaristas suelen utilizarlo mucho en cuestiones políticas, de hecho, cuando lo mencionan acabo por no ponerles atención para meditar sobre lo que significa en su contexto político. Es más, hice una tesis en la que le dediqué todo un capítulo al "paradigma lingüístico" y ni así lo puedo emplear en mi vida corriente.
Los científicos, con sus pensares más exactos y, más que exactos, cuadrados, lo utilizan para englobar teorías o el conjunto de observaciones e interrogantes para hallar respuestas (qué dolor de cabeza), y al final de todo, terminan diciendo que el término no es exacto, así que prefieren utilizar "conjunto de teorías" que al final suena menos confuso.
Finalmente, ahora entiendo que yo misma soy un paradigma, y no sólo yo, sino toda la sociedad en sí. Somos tan cambiantes que nunca sabemos con qué significado vamos a terminar. Me parece que el significado más cercano del término paradigma y, que creo que es el más predominante en todas sus acepciones a lo largo de la historia, es que es un conjunto de factores, características, estructuras, rasgos, que tienen influencia en la forma de pensar de los individuos (o al menos eso es lo que dicen las Ciencias Sociales).
Me encantaría poder emplear, ahora sí de una vez por todas, este término en este artículo: si algo he aprendido de la vida es que el paradigma cambiante del entorno en el que vivo me ha hecho reflexionar acerca de esta palabra que bien podría designar cualquier cosa y a la vez nada. ¿Entendieron? (porque yo aún no).