Diagnóstico: inestabilidad emocional (border line)
por Sarahi Fuster
Inestabilidad emocional, un término tan fácil de decir pero tan difícil de recordar. Este trastorno de la personalidad, hoy en día es uno de los más diagnosticados en todo tipo de personas, muchas veces es asociado con la forma de vida laboral de nuestra época y los requisitos que las empresas solicitan, en cuanto a físico, para ser aceptados.
Muchas veces se habla del trastorno en general, en términos médicos, así como también de las curas o de las soluciones que existen para remediarlo. Es un tipo de trastorno difícil de diagnosticar per se porque muchas personas pueden sufrir de algunos de los síntomas por periodos de su vida o durante lapsos de mucha tensión. Hay quienes en toda su vida jamás saben que lo padecen, o quienes lo saben pero no hacen nada por mejorar su calidad de vida.
Un ejemplo de una persona con este trastorno es alguien que puede ser la persona más feliz de este mundo y al otro día, tras un evento decepcionante, un mal día, una ruptura sentimental, etc. se derrumba totalmente al grado de pensar que la vida no tiene sentido. A veces se llega a confundir con la bipolaridad por los cambios bruscos de estado de ánimo; sin embargo, el trastorno bipolar se distingue por tener episodios psicomaniáticos depresivos, es decir, que por un tiempo desbordan de energía excesiva, pero en otro tiempo no salen de su casa, literalmente, por el estado depresivo en el que se encuentran. Por el contrario, los inestables emocionalmente tienden a ser impulsivos, pero tras estos episodios impulsivos suelen arrepentirse o sentir remordimiento.
Las causas de la inestabilidad son muy variadas, pero la más incidente es la presión que sienten hacia las demandas de la sociedad (como esclavos de la sociedad). Su estado de ánimo suele depender de las reacciones de las personas para con ellos. Como ya mencioné al inicio, son varios los síntomas que conforman este trastorno, el más representativo es el desequilibrio emocional que las personas que lo padecen muestran ante las distintas situaciones que se presentan en la vida. En fin, dejemos de hablar sobre el problema y vayamos a la solución.
Solución (para todo mal siempre hay una solución)
El primer paso para tratar este trastorno es darse cuenta y aceptar que se tiene una inestabilidad emocional. Al inicio es difícil creer que se tiene, pues muchas veces se piensa que es la sociedad la que tiene la culpa del estado sentimental, pero una vez entendido que las emociones no dependen de la opinión de la gente sino de uno mismo, es el paso a la siguiente fase. Conocerse a sí mismo, ya sea para curar este trastorno o para cualquier otro desequilibrio mental, es fundamental para hallar la solución; es decir, que, por ejemplo, si sabes que la soledad o la inactividad no te ayudan a mantener pensamientos positivos, opta por hacer actividades al aire libre o por mantener tu mente ocupada, sin dejar de lado la causa principal por lo que lo estás haciendo, en este caso, el hecho de que la soledad puede desencadenar un episodio depresivo. Saber perdonar a los demás y a ti mismo es esencial también para equilibrar las emociones; no podemos controlar lo que las personas hacen ni su forma de interactuar con nosotros, no siempre van a ser amables, ni siempre van a correspondernos, así que el hecho de aceptar que las personas tienen errores al igual que nosotros es una manera de relajarse y liberar las tensiones que esto nos pueda provocar. Asimismo saber que la vida tiene tanto matices grises, como blancos nos va a hacer afrontarla con más ligereza y positividad, logrando un balance mental. Si se evita o trata de tapar una emoción impulsiva, seguro en un momento breve después saldrá, y con más fuerza; no se trata de tapar lo roto con un dedo, sino de volverlo a pegar, hacer frente a las emociones de rabia, enojo o tristeza nos ayudará a encontrar el balance, y es muy importante que si no estamos a gusto con algo lo expresemos en el momento justo y no después (eso con el tiempo se va aprendiendo pero se debe tener mucha paciencia y no siempre le vamos a atinar al momento justo, sin embargo, no debe ser algo que nos deba desequilibrar). Las actividades para embellecer nuestro físico (entiéndase nuestra rutina diaria de limpieza) son de gran ayuda para quienes sufren de inestabilidad emocional por baja autoestima: andar limpios, presentables, hacer ejercicio (aunque sea por 30 minutos al día) ayuda a liberar estrés, tener mejor circulación y a relajar los músculos para tener una actitud más positiva ante los retos de la vida.
Lo importante de todo es siempre buscar mejorar interiormente para que, por ende, se pueda tener una mejor relación a nivel social y una mejor calidad de vida. La paciencia hacia uno mismo es uno de los milagros que puede cambiar la vida de cualquier persona. La soluciones a corto plazo para los trastornos mentales NO EXISTEN, JAMÁS EXISTIRÁN, nuestro trabajo interior puede durar mucho tiempo e incluso jamás podría terminar. Las cosas malas existen y existirán siempre, los ratos buenos y los ratos malos, las enfermedades y la salud, somos nosotros los que elegimos qué hacer con lo que tenemos frente a nosotros, nadie más.