¿Pro o versus la navidad?

20.12.2011 13:02

por Sarahi Fuster

Christmas Tree

Si mi memoria no me falla, hace casi un mes platicaba con mi mamá acerca de las cosas que se debían hacer en la casa: arreglar cuartos, limpiar polvo, barrer, lavar cortinas, etc, etc., etc. Me quedé pensando un momento y exclamé -¡por cierto, en un mes ya voy a adornar para navidad!-. Por supuesto mi mamá me miró incrédula, porque sabía que no sería así. Para empezar, nunca había sido muy afecta a emocionarme por la navidad y para acabar tampoco era muy creativa para adornar, basta con decir que la navidad pasada adorné el árbol de navidad con escarcha de dos colores: en la punta del árbol puse escarcha dorada y en la otra mitad puse escarcha azul, sin olvidar las esferas verdes, rojas y… azules típicas de la navidad.

                Luego de la charla con mi madre, a mediados de noviembre, comencé a ver que todos los centros comerciales ya estaban adornados, se me hizo absurdo que ni siquiera había acabado el festejo de día de muertos cuando ya había un Santa Claus diciéndote “¡jo, jo, jo, jo feliz navidad!” por el pasillo de lácteos del súper mercado. Al final, reunidos todos los ingredientes de “no saber adornar” y “el Santa Claus en el súper mercado en pleno noviembre” resultaron en un combo ganador al premio “odio la navidad”. 

Ahora me vienen recuerdos a la mente de las navidades pasadas y trato de buscar una navidad en la que me la haya pasado de maravilla y sólo puedo recordar aquellas, sino es que todas, en las que me enfermé del estómago, me dio alergia por el gato de mi prima, me dio gripa, me lastimé el tobillo... Recuerdo una muy claramente, en la que íbamos hacia casa de mis tíos y yo tenía tanta temperatura por la infección en el estómago que, durante el camino, iba contando chistes sobre árboles marihuanos. Pero, regresando al tema, hace poco platiqué con dos tipos de personas: la “pro navidad” y la “versus navidad”. Fue curioso escuchar las opiniones de las dos, pues por un lado la “pro navidad” se sentía emocionada por la compra de regalos, la preparación de la comida, Santa Claus, ¡la sidra!, en fin, eran tantas las cosas materiales y sustanciosas en términos de comida que mencionó que jamás terminaría la lista. Por otro lado, la “versus navidad” comentaba molesta sobre el tráfico que provocaba la navidad, la locura de las personas por comprar regalos, en pocas palabras la describió como “navidad = caos urbano”.

Al final, después de toda la maraña que mi mente logró albergar en tan poco tiempo, me detuve a pensar, respiré profundo, medité y llegué a una conclusión: ¿qué es la navidad? la navidad es un día especial, en el que, a pesar de todo el caos que se genera por los regalos, los adornos y la comida, la familia finalmente se reúne para compartir un poco de sí. En navidad, vemos a integrantes de la familia que no vemos en todo el año y tenemos la oportunidad de darles un abrazo y saber de ellos. La navidad no sería navidad si no conllevara todo ese caos, así es la navidad y aunque nos queramos alejar de ella, cada año siempre va a haber un Santa Claus diciéndote “jo, jo, jo ¡feliz navidad!” a mitad de noviembre, uno que otro despistado que combine colores extraños en el árbol y por supuesto los pro y versus navidad. Sólo vivan la navidad y ya. ¡Feliz navidad!