Una historia enredada

 

Por Sarahi Fuster

    He escuchado a gente decir que la vida es un rompecabezas, las decisiones que tomamos son las piezas, a veces encajan y a veces, de plano, ni cómo ayudar. Esta es una historia que empieza con las piezas de cabeza, pero termina creando un cuadro sorprendente.

***

    A lo lejos se escuchaba la canción “Someone like you”, una chica iba adentro de su coche cantándola con gran sentimiento. Al fin estaba cerca del restaurante, toda la familia y las amistades de su mejor amigo estaban esperando afuera. La chica bajó del coche. Al bajar se le cayeron las cosas de la mano, incluyendo el regalo que llevaba para su mejor amigo: -no puede ser, era una caja de cristal muy bonita…no puede ser…y ahora ¿qué le digo?…-.

Cruzó la calle y su mejor amigo gritó desde lejos:

 –¡Sofía¡, ¡por acá!, ¿por qué tardaste tanto, te estábamos esperando, sabes que es muy importante que estés aquí conmigo, lo sabes-,

-Lo siento, en la noche no pude dormir y me levanté muy tarde…y luego la alarma de mi coche se descompuso…lo siento, sé que hoy es muy importante…lo siento…-

-Bueno, ya deja de hablar y entremos-

Sofía comenzó a saludar a todos, los padres de Víctor estaban muy contentos de verla, al igual que sus primas, una de ellas jaló a Sofía para que se sentara a su lado.

-No sé porqué estoy tan nerviosa Laura, siento como si yo fuera a hacerlo-

-Seguramente es por Víctor, ustedes dos siempre se han querido mucho y debe ser muy raro verlo hacer esto, ¿no?-

-¿Raro? Rarísimo.

El mesero llegó a pedir la orden de las bebidas. Todos se miraban esperando al tan ansiado momento. Luego de que las bebidas llegaron, Víctor se levantó de su silla y comenzó a decir:

-Necesito de la atención de todos, por favor, silencio. Esta tarde les voy a anunciar algo que va a cambiar el resto de mi vida. La primera vez que la vi, supe enseguida que ella era la mujer que había esperado toda mi vida, sus ojos me provocaron sonreír y no pude dejar de hacerlo desde que la conocí. Esta tarde les quiero anunciar, a todos ustedes que han estado conmigo a lo largo de mi vida, que me han visto crecer…les quiero anunciar que Karla y yo estamos comprometidos y nos vamos a casar-.

Cuando terminó de decirlo, todos comenzaron a aplaudir, Sofía sonreía muy nerviosa y trataba de aguantar las lágrimas. Laura, la prima de Víctor, la abrazó para calmarla. Luego de que todos se callaron, la mamá de Víctor pidió a Sofía que dijera unas palabras.

-Bueno…no sé qué decir, estoy muy conmovida y muy contenta por Vic, lo he conocido desde pequeño y me emociona mucho que haya tomado esta decisión tan hermosa, además eligió a una mujer sorprendente a quien quiero mucho…Karla, eres fantástica. Vic, trátala bien y recuerden que el matrimonio es una etapa de la vida hermosa, disfrútenla, ámense, respétense, sepan escucharse y siempre, siempre, estén unidos para todo. Los felicito con todo mi corazón.-

Luego de las palabras de Sofía a los novios, comenzaron a llegar los platillos de la comida, durante la comida Sofía se sentía extraña, fuera de sí. Veía a todos desde lejos, sus sonrisas, veía a Vic tan feliz y tan enamorado que no podía creer la imagen. Cuando terminó la comida, a la salida del restaurante, un chico detuvo a Sofía del brazo:

 -¡hey!, ¿por qué te vas tan rápido?-,

(Sofía volteó asustada) -¿disculpa?-,

-digo que porqué te vas tan rápido si ni siquiera te has despedido de los futuros esposos-,

(Sofía volteó desconcertada) –y ¿quién eres tú para decirme eso? No sabes lo que siento y es algo que no te interesa-,

-lo siento, no fue mi intención molestarte…hola…me llamo David, soy amigo de Karla, te estuve mirando desde que llegaste, vi que se te cayó el regalo para Vic, ¿no es así?, ¿le dijiste?-,

-ya te dije que no es de tu incumbencia, con permiso-.

Sofía se metió pronto a su coche y aceleró tan pronto como pudo, durante el camino las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, lloraba y lloraba desconsolada, lloraba de alegría, de tristeza, en realidad ella ni siquiera sabía la razón de las lágrimas. Cuando llegó a su departamento, se sentó a tocar el piano, era una melodía triste. Dejó de tocar, miró el regalo roto de su amigo y se fue a dormir.

Al día siguiente se había quedado de ver con Matías, un viejo amigo que también tocaba el piano. Hacía mucho tiempo que no lo veía, así que tenía pánico de lo que fuera a pensar al verla tan adulta. Después de bañarse, intentó hacerse varios peinados frente al espejo, pasó una hora y aún no se sentía cómoda con ninguno. Al final, de la desesperación, se agarró el cabello con una liga y salió corriendo porque ya era muy tarde. Matías la esperaba en un café cercano al centro de la ciudad. Sofía bajó de su coche y Matías la vio de lejos asombrado. Cuando los dos estuvieron de frente, Matías no podía dejar de reír, Sofía se puso roja y le dijo:

-hace años que no nos vemos y ya te empezaste a reír de mí, dime ¿qué es tan gracioso?-

-jajajaja, tu peinado, jajaja-

-¿qué tiene de malo mi peinado?-

-jajaja es que ni siquiera es un peinado, es un intento de peinado jajajaja, ¡Sofía, de verdad que no cambias!-

-…es que no sabía cómo peinarme…-

(Matías tomó la liga del pelo y se la quitó) –así está mejor, tan bella como siempre-

Los dos entraron al café y pidieron algo de comer. Se la pasaron horas platicando de lo que habían vivido durante el año que no se habían visto. Matías se había ido a tomar un posgrado en piano clásico a España; mientras que Sofía sólo había cambiado de trabajo, ahora estaba de publicista en una revista francesa, en donde hacía artículos mensuales para adolescentes de 17 años. Matías consternado le preguntó a Sofía:

-y dime Sofi, aparte de haber cambiado de trabajo, ¿no tienes alguna noticia amorosa?-

-¡uuufff!, eres la persona número veinte que me pregunta eso, pero no, sigo sola, soltera o “solterita” como todos me llaman-

-pues no te escucho tan contenta-

-jajaja digamos que estoy resignada, pero tú sí debes haber tenido una aventura amorosa con una españolita eeee-

-pues no, creo que estaba tan concentrado en los estudios que no me dio tiempo de pensar en eso-

-debe ser una lástima para ti-

-no, de hecho me siento muy tranquilo como estoy, ya sabes que nunca fui un hombre de muchas mujeres-

-sí, tienes razón, nunca te he conocido a nadie…eres todo un misterio-

Cuando salieron del café, se despidieron y quedaron de verse en otra ocasión. Cuando Sofía llegó a su departamento, prendió su computadora para ver su mail. En la bandeja de entrada había un correo del amigo de Karla, David, pero decía “sin asunto”. Sofía entre curiosa, enfadada y un poco cansada del tipo, lo abrió:

“Quiero ofrecerte una disculpa por mi comportamiento de ayer. Para compensarlo, te invito a comer el viernes que viene. David.”

Sofía muy enojada, eliminó el correo y no le dio importancia. Minutos después sonó su celular, era Karla, hablaba para avisarle que había pasado su dirección e-mail a David, pues él se notaba muy interesado en ella. Sofía le contestó a Karla que no lo debía haber hecho sin su permiso aunque fuera su amigo. Karla le explicó que David era un buen chico, además le comentó que era director de Christian Dior, que debería considerar conocerlo. Sofía se indignó mucho al escuchar tal comentario de Karla, le respondió que no tenía ningún interés en conocer chicos guapos y adinerados, que el hecho de que estuviera soltera no le daba a nadie el derecho de decidir con quién debía andar, aún si fuera muy adinerado y el rey del mundo. Karla trató de disculparse, pero Sofi estaba tan enojada que le dijo que después hablarían con más calma.

A la semana siguiente, Vic fue a visitar a Sofía a su apartamento. Sofía lo recibió muy contenta y apenada por la discusión que había tenido con Karla. Víctor le dijo que estaba muy preocupado por ella, que no entendía porqué últimamente estaba tan rara.

-Sofi, de verdad, necesito saber si estás bien. El día de la comida en el restaurante te noté muy triste. ¿Pasa algo malo? ¿Crees que hice mal en pedirle a Karla que se casara conmigo?-

-No Vic, por favor, nada de eso. Karla es una excelente mujer y ustedes dos hacen una pareja perfecta. Es sólo que…tal vez…me ha pegado un poco el hecho de ver que mi mejor amigo ya se casa. Creía que sería yo la que primera que lo haría…Vic, tengo 26 años, tengo todo lo que siempre había soñado en mi vida…materialmente, es sólo que…me siento sola…-

-Sofi, eres una mujer maravillosa y no estás sola, mira a tu alrededor, hay mucha gente que te quiere y valora, yo lo hago cada segundo, sino no estaría aquí visitándote. Vivo a hora y media de aquí y no me importa, te quiero ver bien-

-Tienes razón, no sé porqué me empeño en querer buscar a alguien que esté conmigo…mejor hablemos de otras cosas…hay algo que no te he dicho que pasó el día de la comida. Te tenía un regalo, pero…cuando bajé del coche se me cayó y se rompió…mira…es esto-

-Ay Sofi, no tenías porqué molestarte…pero…[abrió la bolsa] ¡no lo puedo creer!....es la cajita de porcelana que vimos cuando salimos aquel día…¡¡y se te rompió!!, jajaja ay Sofi, tú y tus manos de estómago…no importa, la mandaré a arreglar.-

-Lo siento, sabes que es inevitable que me sucedan esas cosas. ¿Recuerdas aquel día? Jajaja aún me acuerdo y me da mucha risa…los dos queríamos intentar ser novios y todo fue un fracaso. Me compraste un helado con el que te ensucié el pantalón, luego, cuando íbamos en tu coche, pasaste por un bache y las bocinas se cayeron…creo que lo único especial de ese día fue darnos cuenta de que éramos mejores amigos y nada más…-

-Jamás cambiaría ese día por nada, recuerdo todo a detalle…-

A los dos días de que Vic fue a visitarla, Sofía tuvo otra visita inesperada, esta vez a su trabajo. Sofí iba distraída, verificando que todas sus cosas estuvieran en su bolso. Al salir del edificio se sorprendió al ver a Matías:

-¡Matías! Pero ¡qué gusto verte! ¿qué haces aquí?, yo te hacía dando clases o dando un super concierto de música clásica-

- ¡al menos salúdame y dime que te da gusto la sorpresa!-

-¡Claro que me da gusto! No seas tontito, pero dime a qué le debo tu visita-

-Pues quería verte, ¿no puedo?-

-Sí, pero ¿a dónde vamos a ir?-

-o tú espera que ya verás…-

Se subieron al coche de Matías y durante el trayecto fueron platicando y cantando canciones viejas que solían escuchar años atrás. Llegaron a un edificio con una apariencia abstracta. Sofía se quedó mirándolo extrañada:

-Matías, yo conozco este lugar…¿en dónde estamos?-

-Espera, no comas ansias…-

Entraron al edificio, pero Matías le pidió a Sofi que cerrara los ojos hasta que llegaran al lugar. Entraron a un salón vacío en donde había un piano. Matías se sentó en el banco del piano y comenzó a tocar una melodía. Sofi abrió los ojos y se sentó junto a él. Los dos comenzaron a tocarla juntos. Cuando la melodía terminó, los dos se quedaron callados y el silencio invadió por completo el salón hasta que Sofía habló:

-Esa melodía solías tocármela cuando apenas comenzaba a tocar…me gustaba mucho…creía que jamás lograría tocarla yo misma…la llegué a escuchar muchas veces en mis sueños…-

-Me impresiona cuánto has crecido en el piano…aún recuerdo cuando te la tocaba para que te impresionaras y por supuesto que también recuerdo cuando me dijiste que te gustaba…mi viaje a España me cambió en muchos aspectos…-

-De hecho te he notado cambiado…es como si no fueras tú, pero me agrada…-

-Cuando me fui, quería descubrir nuevas cosas, nuevos mundos, conocer más gente, lo cual hice, pero sentía que me faltaba algo…me sentía vacío de una parte…¡muy feliz! Pero vacío…-

-¿Por qué me trajiste aquí?-

-Voy a dar un concierto el próximo mes y quiero que tú estés en él, quiero que toques esta melodía conmigo ¿qué dices?-

-jajajaja, pero aún me falla un poco, ni siquiera me la sé completa y…-

-¡hey! Deja de poner pretextos, por favor, dime que sí…y…te compro un libro de esos que tanto te gustan…¿sí?-

-Bueno, pero no quiero un libro, mejor cómprame un helado de chocolate jajajaja, se me antoja uno, ¿vamos?-

Sofía se puso a ensayar la melodía junto con Matías durante las dos semanas siguientes. Los dos pasaban ratos muy amenos, hasta que un sábado todo se vino abajo. Ese sábado Sofi había recibido otro correo de David en la mañana, en el que la volvía a invitar a salir, pero como una oferta de trabajo mejor que en la que estaba: tendría el triple de sueldo, le darían productos de la empresa y oportunidad para viajar mucho. Si aceptaba, iría con ellos a la próxima presentación de productos a París, que se haría en dos semanas, justo en la semana en la que tocaría con Matías y en la que su mejor amigo se casaría. Ella se emocionó mucho al ver la oferta, corrió a hablarle a su mamá, quien muy emocionada le dijo que aceptara. Sin embargo, aún quedaba algo fuera del cuadro, defraudaría a las personas que tanto quería. Matías le pidió que se vieran esa tarde, pero Sofi le dijo que no podía porque quería ir a visitar a su madre.

En la tarde fue a la casa de su mamá para alinear sus ideas. Comieron juntas y hablaron al respecto, Sofía le expuso la situación de la oferta y de lo que perdería si la aceptaba:

-Mamá, de verdad no sé qué hacer, el viernes de esa semana se casa Vic y el sábado es el concierto de Matías…pero…la oferta es muy buena…-

-Mira, yo te diría que hablaras con Vic y con Matías al respecto, estoy segura de que ellos lo entenderán, es un trabajo que siempre habías soñado…-

-No es algo que siempre haya soñado, digo, suena muy bien la oferta, pero Vic…y Matías…no sé qué hacer…-

-Sofía, cualquier cosa que yo te aconseje o cualquier otra persona, lo va a hacer conforme a lo que vemos por afuera, la única que realmente sabe lo que pasa en su interior y lo importante que Vic y Matías son para sí, eres tú misma. Creo que mi mejor consejo sería que hablaras con Dios, estoy segura de que Él te mostrará el camino y habla con Vic y Matías-

-Sí, creo que ese consejo es mejor, hablaré con Dios y con ellos-

De regreso a su apartamento, a la entrada del edificio estaba David esperándola. Sofía se acercó cautelosa y extrañada de verlo ahí parado:

-¿Qué haces aquí?, ¿Karla te dio mi dirección?, ¿no sabes que esto es acoso?-

 

-Mmmm, eres muy agresiva ¿lo sabías? Todavía de que te estoy ofreciendo las perlas de la vida me respondes así. Necesito explicarte todo y saber tu respuesta, vamos a tomar un café o…me invitas a tu apartamento y lo tomamos ahí…-

-Obvio vamos a una cafetería, ¿alguien te había dicho que eres un engreído?-

-Sí, pero ya estoy acostumbrado jajajaja-

Sofía se subió al coche despampanante de David, un Volvo último modelo, con asientos de piel y GPS integrado. Llegaron a la cafetería y comenzaron a hablar:

-Entonces, ¿qué has pensado de mi oferta?, nadie te podría ofrecer una mejor-

-Aún no he decidido nada. Tu oferta es muy buena, pero tengo muchos asuntos pendientes. Además me asusta la forma en que me buscas-

-Si no lo hiciera así, tú ni siquiera te interesarías. Ninguna mujer me había rechazado tanto como tú lo has hecho y no es algo que me agrade, peeerooo…me resulta sexy-

-Mira, si tu oferta es para obtener otra cosa de mí, olvídalo, ahora estoy más que segura de qué responder…-

-No, ya espera, sólo bromeaba, la verdad es que sí necesitamos una publicista en la empresa y Karla te recomendó mucho. En algo que no te puedo mentir es en que me llamas la atención…-

-No me agrada tu forma de ser, ni de decirme las cosas, pero aún lo seguiré pensando, es mejor que me vaya a casa…-

-y ¿cómo te piensas ir?-

-en taxi, por supuesto que contigo no y deja de buscarme en mi depa, yo te responderé cuando lo juzgue pertinente-

Sofía salió casi corriendo de la cafetería y tomó el primer taxi que pasó frente a ella. Cuando llegó a su departamento tomó la bocina para hablar con Vic. En la máquina contestadora, había varios mensajes de Matías, pero antes de escucharlos prefirió hablarle a Víctor sobre lo que estaba sucediendo. Vic le dijo que mejor lo hablaran en persona, porque él tenía cosas muy importantes qué decirle también. Después de que Sofi colgó, se acordó de los mensajes de Matías y puso a andar la contestadora:

Mensaje 1: -Sofi, llevo unos minutos intentado comunicarme contigo, pero imagino que sigues con tu mamá…así que…te llamo al rato-

Mensaje 2: -Sofi, soy yo de nuevo, creo que aún no llegas a casa…quería saber si estabas porque quiero pasar a verte, llámame en cuanto llegues…-

Mensaje 3: -bueno, creo que no te veré hoy, ya es un poco tarde…oye…te…no, nada olvídalo…luego te veo…-

Sofía sintió que le caían baldes de agua fría después de escuchar los mensajes de Matías, más bien, no sabía si llamarle o si esperarse, se sentía muy confundida, porque el hecho de querer hablarle pronto significaba que estaba sintiendo algo por Matías y para ella era extraño. De repente sonó el timbre, era Víctor en la puerta. Sofía corrió a abrirle:

-¡Vic! Pasa, ¿cómo te fue en el camino?-

-hola Sofi, bien, por suerte no había tanto tráfico…mira, te manda estas galletas Karla, dice que te extraña mucho y que quisiera verte-

-Ay Karla, dile que muchas gracias, yo también la extraño mucho y me apena mucho lo que ha pasado-

-Bueno, mira con respecto a David, yo te diría que por mí no hay problema si no vas a mi boda, sólo que me harías mucha falta…eres mi mejor amiga…Sofi, necesito decirte algo con lo que he tratado de vivir durante años…-

-¿Qué pasa Vic? Me preocupas, ¿es algo malo?-

-No…bueno…no lo sé…tú…La primera vez que nos hablamos me gustaste mucho…me gustaba todo de ti…pero tú…tú jamás me correspondiste…y yo jamás te lo quise decir, ni siquiera cuando intentamos ser novios durante un día…lo malo de todo esto es que…aún siento cosas por ti…cuando te veo se me siguen haciendo mariposas en el estómago…pero estoy a punto de casarme…y…creo que me estoy arrepintiendo…-

-Vic, pero…yo…¿por qué nunca me lo dijiste?...-

-Sé que debía hacerlo pero no tenía las agallas, eres mi mejor amiga, pero, ahora creo que ya eché todo a perder…-

-Pero ¿y Karla?, ¿por qué estás con ella?, ¡¿cómo te atreves a fingir que amas a alguien?!-

-Es que la amo, pero de distinta manera…a ti te amo por todo tu interior y exterior, a Karla casi no la conozco, pero me gusta mucho estar con ella…o…a lo mejor estoy confundido…-

-Vic, piensa en lo que estás diciendo, seguramente estás confundido, no me vengas con eso ahorita…¡no puedes!-

-¿Tú sientes algo por mí?-

-…es que…Vic…no me preguntes eso…tú sabes que te quiero mucho…-

-Olvídalo, no me lo digas, mejor me voy…la boda de todas maneras se hará…haz como que no te dije nada, sólo olvídalo, ¡fueron tonterías!...-

Víctor salió del apartamento de Sofi muy desconcertado. Sofía no sabía si llorar, detenerlo, enojarse, no sabía lo que estaba pasando con su vida en ese momento. Después de un par de años de tranquilidad, de pronto todo dio vueltas. Matías, David y ahora Víctor, ya eran muchas decisiones para esa noche, así que sólo se quedó dormida en el sillón y esperó a que fuera el día siguiente.

El sonido de su celular la despertó, eran las nueve de la mañana y Sofi se sentía muy cansada, buscó rápido su celular, hasta que contestó. Era Matías, estaba afuera de su departamento:

-¿Matías?-

-Hola Sofi, siento despertarte, ayer me preocupé mucho de que no me respondieras, ni me llamaras, así que vine para saber si estabas bien-

-Sí, estoy bien, espera, déjame abrirte…-

Matías entró al edificio con dos vasos de té en las manos para desayunar con Sofi.

-¡Matías! ¿no te hubieras molestado, siento mucho las fachas en las que estoy…me acabo de despertar-

-No te preocupes jajajaja, te ves muy graciosa…jamás te había visto con tus pantuflas de Homero Simpson jajajaja, imagínate que salieras tocando el piano conmigo y tus pantuflas de Homero jajajaja, sería un momento memorable-

-jajajaja ay Mat, bueno al menos me hiciste reír, después de todo lo que me ha pasado, que por cierto tengo que platicar algo contigo-

-Yo también tengo que decirte algo-

-Bueno pero, creo que lo mío es más importante…pues sucede que el director de Christian Dior me acaba de ofrecer un puesto de trabajo como publicista…-

-¡Oye, eso es genial!, pero…no te veo muy convencida…-

-es que…si acepto el puesto, no podría estar en tu concierto…-

-¿por qué?-

-porque en esa semana tendría que viajar a París-

-oye, pero ¿y la boda de tu amigo? ¿También la vas a cancelar?, no entiendo, me hubieras dicho desde un inicio que no podías y ya, no entiendo porqué me está pasando esto, no me entiendo, en lugar de alegrarme por ti, sólo me estoy enojando…y ¿luego?...¿ya no voy a volver a saber nada de ti?...lo siento, debo irme…¡debí quedarme en España! ¡aquí no hay nadie quien valga la pena!, además tan sólo fui un viejo amigo de tu vida y el piano…-

-¿Qué? ¡Maaaatt!-

Matías salió corriendo del apartamento. Sofía ya no tenía ganas de correr tras de nadie, primero lo de Vic, luego lo de Matías, los dos terminaron dejándola sola. Las cosas iban empeorando cada vez más y ella ya no veía ninguna salida hacia ningún lado. Comenzó a llorar desesperadamente, aventó el vaso con té que tenía en la mano y corrió a prender su computadora para escribirle a David, Sofía ya había tomado una decisión:

“David:

Ya lo pensé bien, sí quiero el puesto de trabajo, ya estoy convencida de eso. Tú dime cuándo empiezo.

Sofía”

David inmediatamente respondió al correo y le dijo que empezara desde el lunes, que él la estaría esperando en las oficinas, le dio la dirección y la hora. Al día siguiente, Sofía fue al trabajo donde estaba y presentó su carta de renuncia. Su jefe no quería soltarla, porque no quedaría nadie en su lugar, además eran muy buenos sus artículos y la gente los leía mucho, no podía dejarla ir tan fácil. Sofía le explicó lo del nuevo puesto y el jefe después de unas horas de platicarlo, la dejó renunciar. Sofía se fue rápido a la nueva empresa. David la recibió muy calurosamente y feliz de que aceptara la propuesta. En la noche la invitó a cenar para festejar. Fueron a un restaurante muy lujoso en donde ya conocían a David. Durante la cena, él no desaprovechaba ningún instante para seducirla:

-¿te está gustando la comida?, dicen que los ostiones son afrodisíacos…-

-sí, bueno, pero…y…dime, ¿cómo va a estar lo del viaje a París?-

-bueno, nos vamos a ir el próximo lunes, el viaje es para presentar una nueva colección de cosméticos de Dior, necesito que tú seas la corresponsal…además durante el viaje vas a estar conmigo-

-David, necesito que te quede algo bien en claro, si acepté el trabajo es porque es una mejor oportunidad de vida y de crecer, no lo hice por estar contigo-

-Supe que Vic y tú se enojaron, me lo dijo Karla y creo que ella también está un poco sentida porque no irás a su boda, pero no hay nada mejor que un viaje…romántico…a París-

-A la frase que acabas de decir, quítale lo “romántico” y claro que me duele no poder ir a la boda de mi mejor amigo, pero hubo circunstancias que me hicieron pensar en escoger el trabajo-

-Bueno, es hora de irnos, te llevaré a tu casa-

-Muchas gracias, te lo agradeceré mucho-

David la llevó hasta su departamento, cuando bajaron del coche él intentó abrazarla y besarla, pero como Sofi no se dejó comenzaron a forcejear, hasta que Sofi le escupió en la cara y le gritó: -¡si quieres que siga en la empresa, deja de intentar seducirme!, ¡escuchaste! Y no me vuelvas a tocar, me das asco-. Sofía entró llorando a su apartamento, cansada de todo lo que estaba ocurriendo. Se quitó la ropa y se dio un baño con agua caliente. Mientras estaba en la tina, cerró los ojos y empezó a orar. Habló con Dios sobre todo lo sucedido, lloró y lloró sin parar. Después del baño, se acostó y cayó en un sueño profundo.

Los días de la semana pasaron y pronto llegó el domingo antes de salir de viaje. No había sabido nada de Matías ni de Vic durante esos días y eso la mantenía angustiada. No sentía que pudiera irse sin saber nada de ellos, pero también pensaba en que ya no había nada qué hacer. Llegó el lunes y salió de su apartamento con sus maletas. Cuando llegó al aeropuerto, David la saludó y la abrazó. En ese momento Sofi se sintió bien de que lo hiciera, pues sólo necesitaba que alguien la abrazara, pero la hizo confundir las cosas. Extrañamente las actitudes de David dejaron de molestarla y comenzó a aceptarlo un poco más. Luego de que llegaron salieron a caminar por las calles de París y se pasaron un muy buen momento.

Al día siguiente fueron a la presentación de la línea de cosméticos, todo salió de maravilla. Para ella todo era sorprendente, había muchos famosos y se codeaba con gente muy importante. David la presentó por aquí y por allá y jamás la soltó durante la presentación. Ella lucía hermosa esa noche, traía un vestido beige entallado que le llegaba a las rodillas y con un escote muy pronunciado en la espalda. David ese día le dio un collar de Bizarro con diamantes por todos lados, a ella se le veía fantástico. Después de la presentación, David la invitó a cenar, platicaron un rato:

-Me ha encantado pasar este viaje contigo Sofi, jamás me la había pasado tan bien con alguien-

-Gracias David, creo que tenía un concepto muy equivocado sobre ti, yo también me la he pasado muy bien-

-Sofi, creo que estoy enamorado de ti-

Sofía, después de escuchar esto se sonrojó, pero muy en el fondo ella sabía que no sentía nada por él. David se acercó a ella, la besó y metió su mano al escote de su vestido, inmediatamente Sofi lo aventó y le dio una cachetada. David muy enojado la agarró del brazo y le gritó que no se atreviera a ponerle una mano encima de nuevo. Ella se espantó mucho en ese momento y salió corriendo del restaurante, a lo lejos escuchó a David gritar: -¡estás despedida Sofi, y jamás vuelvas! ¡regresa a México como puedas!-.

Ella regresó al hotel y guardó sus cosas en las maletas. Tomó un taxi al aeropuerto, se dirigió a los mostradores de la aerolínea para que le buscaran el siguiente vuelo a México.

***

Después de que Matías salió corriendo del departamento de Sofía, fue al auditorio donde daría su concierto para avisar que cancelaría la presentación de esa melodía. Se sentía muy decepcionado, pero también se sentía mal de no haber apoyado a Sofi, sentía que ya la había perdido por completo. Esa tarde, después de ir a cancelar la presentación de la melodía, fue al aeropuerto a comprar un boleto para regresar a España, no quería saber nada de lo sucedido.

Por otro lado, Víctor trataba de salir de su confusión y de darse cuenta de que sí amaba a Karla en verdad; sin embargo sólo conseguía pensar en Sofía. Durante esos días se alejó un poco de Karla para pensar las cosas. Karla se sentía muy triste de ver a Víctor así, pero no se dada por vencida, ella en verdad lo amaba y él era el único hombre al que quería en su vida.

***

El vuelo de Sofía llegó el jueves por la noche. Llegó destrozada a casa de su mamá, donde pasó la noche. Al día siguiente, la mamá de Sofía la levantó de la cama con un buen almohadazo:

-¡Mamá! ¡no hagas eso! Estoy muy cansada…déjame dormir…-

-Hoy, sino mal recuerdo, es la boda de Víctor y hayas pasado por lo que hayas pasado, la vida continúa, no puedes pasártela dormida en la cama esperando a que las cosas se solucionen. Levántate, vístete y prepárate porque vamos a ir a la boda de Vic-

-No quiero, cuando me vea me va a escupir en la cara-

-No digas esas cosas, ¡vamos que se nos va a hacer tarde! Si crees en Dios, continúa con la vida y perdona el pasado-

Las dos se arreglaron para ir a la boda y llegaron a la recepción una hora antes que todos. Cuando llegaron Víctor estaba ahí parado y se sorprendió al ver a Sofía:

-¡Sofía!, ¿no estabas en París?-

-Sí…estaba pero es algo de lo que no quiero hablar…-

-No te preocupes, David se encargó de decírselo o más bien de gritárselo a Karla por teléfono, ¿qué le hiciste al pobre engreído? Jajajaja-

-No te rías, es un estúpido, sólo eso puedo decir-

-Oye…siento mucho lo que te dije la semana pasada, estaba muy confundido. La verdad es que sí me gustaste un tiempo, pero fue Karla quien iluminó mi mundo…-

-Lo sé y lo supe siempre. Cuando la miras, siempre te sale esa sonrisa inexplicable que con nadie más te sale…me da gusto que te hayas dado cuenta. Eres mi mejor amigo, jamás te cambiaría por nadie. Te quiero mucho y les deseo lo mejor.-

-Gracias amiga, el mejor regalo de mi boda es que estés aquí presente…-

Víctor y Karla se casaron y Sofía y su mamá se la pasaron de maravilla en la fiesta. Bailaron, cantaron, a Sofía la hicieron tocar el piano y festejaron muy contentos el matrimonio de Víctor. Cuando la fiesta terminó, Sofi fue a dejar a su mamá a su casa y ella regresó a su departamento. Cuando llegó encontró una nota pegada en su puerta:

“Sofía:

El domingo me voy a España, siento mucho lo que pasó. Me alegro de que hayas encontrado un buen puesto de trabajo. Ya no te preocupes por lo de la presentación, ya no estoy enojado. Recuerda que pensaré en ti siempre cuando me vaya a España.

Matías”

Al día siguiente, Sofía se puso el vestido blanco con el que había tocado en una presentación de piano, con Matías en la guitarra, era largo y entallado de la cintura, con mangas que no cubrían por completo los hombros. Se dejó el cabello suelto y se preparó para ir al concierto de Matías.

Había mucha gente en el auditorio donde se presentaría Matías, Sofía buscaba la manera de entrar tras bastidores pero los de seguridad no la dejaban. Ya estaban por dar la tercera llamada para el inicio del concierto y Sofía aún no lograba contactarlo. Buscó en su bolso su celular para llamarle, pero fue inútil porque lo había olvidado en su departamento. Se abrió el telón y salió Matías, la gente se levantó y empezó a aplaudir, él se sentó al piano y tocó las primeras notas de la sinfonía n° 5 de Schubert.

Los guardias no dejaban entrar a Sofía a pesar de las explicaciones que les daba. Sofía, desesperada, se rindió, y justo cuando se estaba retirando del lugar, otro de los guardias llegó y al ver a Sofi la reconoció por los días que había estado yendo con Matías a ensayar. EL guardia la detuvo y le preguntó si ya habían tocado la melodía. Sofía sorprendida le dijo que los otros guardias no la dejaban entrar porque esa presentación estaba cancelada. El guardia de inmediato la dejó pasar. Ella entró en el momento en que Matías estaba acabando la penúltima melodía. El público se levantó de nuevo para aplaudirle. Los aplausos se dejaron de escuchar en cuanto Sofía entró al escenario. Matías volteó extrañado y se aproximó a ella:

-¿Qué haces aquí? ¿no estabas en Francia?-

-Es una historia muy larga, pero deja de preguntarme eso que aquí estoy-

-es que…cancelé esa presentación-

-¿y?-

-jajajaja…te ves hermosa como siempre-

Se sentaron los dos al piano y comenzaron a tocar. Todo el público los alardeó, les chifló y los aplausos eran interminables. El concierto había sido fantástico. La gente salió de la sala y en una hora ya no quedaba nadie. Matías y Sofía se sentaron en la orilla del escenario a disfrutar del silencio. Matías tomó la mano de Sofi y la puso en su pecho:

-¿Sientes el latido de mi corazón?-

-…sí-

-Esto es lo que siempre has provocado en mí…cada que estaba contigo no podía evitar temblar de las manos…y tu mirada…es indescriptible. Cuando me fui a España, no tenía ganas de regresar, pero de sólo pensar en tu rostro, tu sonrisa, tu alegría…era la mejor razón para hacerlo…-

-Cuando te fuiste a España creí que jamás regresarías y me la pasaba tocando en el piano esa melodía, porque no la podía sacar de mi cabeza…era lo único que me mantenía cerca de ti…-

-Es como si Dios nos hubiera hecho el uno para el otro…nos unió mediante la música…ahora estoy aquí, en medio de un escenario, con un piano de fondo y con la mujer que quiero por el resto de mi vida…-

Los dos se miraron, se levantaron…Matías la tomó de la cintura con una mano, mientras que con la otra acarició su mejilla y le dio un beso en la frente, luego se volvieron a mirar…se abrazaron y finalmente él la beso en los labios.